Enero a mil

Locura total. Obras,talleres, ensayos,público,alumnos, construcción de escenografías, pruebas de iluminación,maestros,ruido de sierras, martillos, entrevistas, el teléfono que no para, todos preguntando por horarios y lugares de funciones, visitantes nacionales y extranjeros que quieren conocer el teatro. Todo pasando por este Teato Camino al pié de la Cordillera. Reconozco mi alegría y mi orgulo. Cuando al fin de cada represntación del teatro Aleph con la obra In Tempo Rubato, veía la felicidad del público y de los actores. Cuando veía la fiesta que era cada presentación, sentía que los sacrificios de tdos los que trabajamos en este teatro,se justificaban de sobra. Todos sentimos que este era el gran objetivo, nuestra gran misión: contribuir a esta noble felicidad Sentimos que nuestro cansancio lo llevábamos como dice la Mistral:"con blandura, como un gajo de rosas" ,

La fiesta también la hemos llevado fuera de los muros de este teatro. Hemos ido a poblaciones con nuestra versión del Quijote: " De como el señor Quijano o Quijada se transformó en Cabalero Andante" Miles de espectadores, miles de miradas nuevas, de emociones genuinas ante el espectáculo teatral. Ante ese público me digo: bien, todo ha sido para esto. Concluyo que me ha valido la pena vivir la vida que he vivido y muerto de cansancio y a la vez lleno de vida me voy a dormir.